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Informativos

7-4-2005

Usuarios y prevención: Problemas de los Servicios Públicos y accionar de algunos Organos Públicos
La convivencia en una sociedad merece en la mayoría de los casos el respeto. Principio elemental que hace que sus integrantes ejerciten el principal de estos respetos: a la vida. Sin embargo los años de democratización no hacen posible que este tema, que es prioritario en la vida de las personas, se tenga como un tema principal. Desde los crímenes que sacudieron a la vida y la seguridad de las personas, delimitando la gran falta de seguridad, hasta la AMIA, CROMAÑON, los variados accidentes que sacuden diariamente a la opinión pública se desprende la gran falta de respeto a la vida. Prevención es el tema.
No existe mayor abandono, sin tener en cuenta otros, que no delimite la total y absoluta falta de prevención como una falta de respeto a la vida de las personas. No solo no se ejercita desde los órganos de poder, sino que la población, sin excepción de clases o posiciones sociales, se encuentra conviviendo en una total falta de prevención. Si se trata del Estado, encontramos una variedad de incumplimientos que perjudican directamente la vida de las personas. Se han transformado en una normalidad cotidiana que aunque la sociedad se rasgue las vestiduras, todos colaboramos a que su actitud sea normal. La falta de prevención en todos los ámbitos del Gobierno son graves y hasta crónicos, veamos algunos: a) En el transporte, ninguna jurisdicción, ni Nacional ni Provincial ni Municipal, ejerce una planificación en prevención, a fin de evitar poner en riesgo la salud de las personas. Si se trata del transporte ferroviario, dada las privatizaciones, no es posible una efectiva normalización de los servicios, a no ser de espasmódicas estatizaciones o extensión de ramales. Pero que no significan que el usuario viaje mejor o que se prevengan accidentes que con el tiempo se vienen transformando en una constante y cada ves más peligrosos. Se encuentran continuos descarrilamientos, sumado al deterioro del material rodante, su falta de desinfección, desemboca en un servicio donde el pasajero viaja en total hacinamiento, poniendo en su trayecto en grave riesgo la salud y la vida de las personas. En igual situación se encuentra el transporte de microómnibus, donde la combinación de largos trayectos y cortos horarios ponen en riesgo a las unidades, cada ves más obsoletas, y por sobre todo a la salud y la vida de las personas. A mas de ello en el transporte de media y larga distancia, la falta de controles y prevenciones concretas, hace que empresas sin escrúpulos, transporten pasajeros en unidades deterioradas no chequeadas en su funcionamiento y con chóferes que, por presión de sus superiores o por decidía, no cumplen con las mínimas medidas de seguridad. Por desgracia, son cada ves mayores los casos de accidentes por esta total falta de prevención y por ende la falta total de control. Estos casos no se agotan, son solo la punta del iceberg que representa una grave afrenta a los derechos de las personas a una vida más digna y sin los riesgos de la decidía o la sola ganancia sin escrúpulos. b) En los servicios de agua potable, la falta de control y de una mala privatización, ha colocado en riesgo ambiental y sanitario a varios millones de habitantes en una gran parte del territorio de nuestro país. Deficiente servicio de agua domiciliaria, falto de control y con serias dudas de ser apto para en consumo humano. Asimismo, con gran especulación de las empresas privatizadas que no cumplen con su prestación, a pesar de cobrar el servicio, no dan la verdadera presión de agua, colocando a una gran cantidad de personas sin el servicio que pagan regularmente. Además, no cumpliendo los contratos y con gran especulación, evitando realizar obras de infraestructura, dejan a millones de personas sin cloacas, poniendo en riesgo sanitario a una gran extensión de territorio, como ocurre en el cinturón metropolitano, donde se encuentra totalmente envenenado el subsuelo. 
Esto que es notablemente evidente para la opinión pública y es totalmente evitable por los órganos de control, que históricamente desde su existencia han evitado sancionar o rescindir un contrato agraviante solo para mantener la ecuación financiera a la empresa concesionaria. Esta falta de prevención, sin descontar otras muchas y más específicas, pone en riesgo la salud de la población, hipotecando, además, el medio ambiente por varias generaciones. c) Mas grave aún es la situación creada en el sistema de comunicaciones, donde empresas sin escrúpulos, con la prioridad de ganancias con pocos servicios y con la total falta de control, colocan antenas de transmisión de comunicaciones en lugares densamente poblados y evitando cumplir reglas elementales. Los resultados son variados desde poner en riesgo la salud de la población, además de problemas ambientales y sanitarios. Todo ello con la total falta de habilitación y sin ningún control, con el total silencio de los organismos encargados. Por fin, en variados casos la instalación de cableados telefónicos, sin planeamiento urbano y en notable perjuicio de los usuarios, sin descontar el riesgo ante su mezcla con cableados de luz o de TV, poniendo en riesgo la salud de la población. d) Situación grave ocupa las empresas de energía eléctrica, donde en la mayoría de los casos evita colocar cableados subterráneos, no retiran los transformadores con PCB, y aún comete variados actos en la vía pública, por realizarlos a bajo costo y con ello sin prevenir accidentes que no pongan en riesgo la vida de las personas. e) Ni que hablar de los distintos municipios, que en sus variadas intervenciones como célula de la comunidad, evitan cumplir su función de control y prevención: en la vía publica en la reparación de pavimentos, en la habilitación de comercios, industrias o variados locales. Negando el debido cumplimiento de normas de vital importancia para la salud y el ambiente. Así se encuentran variados focos de infección en la recolección de residuos o en la limpieza de vía pública, privilegiando la ganancia de las empresas privatizadas, evitando el control y el cumplimiento de obligaciones elementales de prevención. Por fin en el innumerable entramado de sus empleados, privilegia burocracias innecesarias, producto de gestiones políticas partidarias, evitando el efectivo cumplimiento de un servicio efectivo a la comunidad previniendo y participando en la vida y el progreso de la misma. Igual situación genera las Provincias, con desgastados organismos administrativos con entramados burocráticos incompetentes y no útiles a la comunidad, que dan como resultado no prevenir ni en salud, ni en seguridad, ni en educación, dejando librado al azar todo lo que dependa de sus jurisdicciones. Esto da como resultado un constante riesgo a la comunidad, sin servicios, y conviviendo a la deriva sin un resultados concretos y efectivos para la vida de toda la población bajo su jurisdicción. Esto es el resultado de autoritarismos pasados que se mutaron, democracia mediante, con los distintos partidos que anquilosaron aún mas el respeto al individuo y a una correcta convivencia en prevención. f) No descontar la falta de prevención en el mundo del trabajo. Desde la total falta de cumplimiento de las normas laborales, hasta la total indefensión del trabajador ante un accidente, que debe ser atendido por un entramado nefasto de empresas aseguradoras de riesgo de trabajo que en beneficio del lucro, desatienden la salud y la vida de los trabajadores. Hasta el presente ninguna administración ha sido capas de solucionar efectivamente este problema que a creado desde la sanción de la ley de Riesgo de Trabajo ciento de miles de mutilados y muertos. Además, que aquellos que han sufrido un accidente de trabajo y tienen la suerte de vivir, quedan excluidos del mercado laboral, engrosando la larga lista de desocupados y menesterosos de esta Nación. 
Larga es la lista, esto es solo un muestreo pequeño de incumplimientos y falta de prevención en defensa del respeto a la vida. Pero esto tiene una contrapartida. La total falta de respeto a la vida, a la prevención y a la ley por parte de los ciudadanos de nuestro país. Después de generaciones de gobernantes de todo color y poder que han violentado el respeto a la vida, enseñando él sálvese quien pueda y la violación a las normas, ha quedado la maldita costumbre de la falta de prevención. Instituciones Privadas, comerciales o civiles, empresas variadas o unipersonales, vienen practicando el deporte nacional de la imprevisión absurda. Resultado de ello, son los innumerables accidentes y riesgos variados que las personas pasan por culpa de este deporte. Muestra suprema de ello son el macabro hecho de “República Cromañon”, los clubes de barrio y variadas instituciones donde sin ninguna prevención pueden sufrir graves accidentes las personas que utilicen sus instalaciones. Empresas que con vistas en el lucro minimizan los riesgos, maximizan las utilidades y así con total falta de respeto ala vida, son protagonistas de agraviantes afrentas a la salud y la vida. Por fin, sin resultar tan extenso, el reiteradamente tratado tema de la seguridad, pone sobre el tapete constantes cambios de la legislación, pero no muestra en concreto su correcta aplicación, prevención y por sobre todo el respeto a la integridad física de las personas. Concluyendo que se debe acumular sin ningún tipo de planificación a los delincuentes, en gigantescos edificios y sin un verdadero plan de reeducación como lo establece una conducta humana y en fiel cumplimiento a nuestra Constitución Nacional. 
Ríos de tinta correrán y muchas personas serán perjudicadas, hasta que entendamos que el respeto a la vida es el principal fin de una mejor convivencia. Que prevenir es elemental para poder crecer. Que no existen costos que pueda cubrir una vida humana. Que, por fin, la paz social se logra cuando una comunidad entiende que el bien supremo es la vida, su riesgo no representa ningún beneficio, y ni la economía ni la política puede inmiscuirse en este tema sin crear un gran caos y poner en riesgo la vida de las personas. 


Dr. Osvaldo Héctor Bassano 
Presidente de A.D.D.U.C. 
29 de Setiembre 1960, 1° piso, Of. 46, Lanus (y filiales) 
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